"la pequeña pantalla ya no existe"

lunes, 13 de diciembre de 2010

Life and Death

portada Six Feet Under
Hablar de una serie como A dos metros bajo tierra, no es tarea fácil.  Tuve la suerte de verla completa hace cinco años y hace unas semanas he vuelto a empezarla. Tenía un recuerdo tan bueno de ella, que temía que a lo mejor con el paso del tiempo al volver a verla no me pareciera tan buena. Pero nada más lejos de la realidad, me parece aún mejor. Después de ver muchas otras series durante estos años ( a falta de Los Soprano y The Wire) llego a la misma conclusión que hace cinco años: Es la mejor serie que he visto en mi vida.

6FU coche
63 episodios, en 5 temporadas, que apenas puedo recordar individualmente, ya que directamente se me viene a la mente la vida de cada uno de los personajes. Les recuerdo casi como si hubiera pasado  de verdad, como un todo completo de sus vivencias, dolores y alegría. Como si hubieran sido familia o colegas míos durante un tiempo. Un todo muy bien cerrado que funciona perfectamente como una historia completa, como una gran obra con el mejor final de la historia de la televisión. Y no exagero.

Porque más que una serie, es un manual sobre la vida y por consiguiente, de la muerte.

"All we have is this moment, right here, right now. The future is just a fucking concept that we use to avoid being alive today. So, be here now" -Brenda
6FU cena


Su creador Alan Ball (ganador de un oscar por el guión de American Beauty y padre de la actual True Blood) decide hablarnos sobre el nada fácil tema de la vida y la muerte. Y lo hace a través de una familia que tiene un particular contacto diario con la muerte, ya que regentan una funeraria.
Los Fisher han crecido en un ambiente, donde la pena y la muerte rodea e impregna su propia casa. En el sótano limpian, drenan, recomponen y maquillan cadáveres de todo tipo. La muerte no tiene remordimientos, y llegan tanto  accidentados y mutilados de las formas más diversas y azarosas hasta ancianos que ya han consumido su vida y niños que acababan de nacer. La muerte no elige.
"Everybody dies. Everybody. What makes you so fucking special?" -Nate

La serie comienza, cuando a los propios Fisher les llega la muerte a su casa, pero esta vez una especial. La del padre de la familia Nathaniel Fisher, en un accidente de autobús. ¿Cómo se comportará una familia que ha vivido rodeada de muertes ajenas y ahora se encuentran con su propio funeral? ¿Estarán acostumbrados a la muerte? ¿Quién llevara la empresa?
Críticas de series: Six Feet Under
¿David? El hijo gay reprimido que ha estado toda su vida aprendiendo el oficio.
¿Nate? El hermano vividor y mujeriego que se fue de casa a encontrar su propio camino en la vida, y ahora la muerte le trae de vuelta.
¿Claire? La hija pequeña en plena adolescencia al que se le unen los problemas de la edad en el instituto con el hecho de vivir en una funeraria, su sentimiento de que es la olvidada de la familia, ir a clase en coche fúnebre verde, y la reciente muerte de su padre.

¿Y que será de Ruth? Con unos hijos ya mayores que no la necesitan, la esposa y madre de los Fisher se casó muy joven con Nathaniel y nunca ha vivido sola. ¿Cómo hará frente a su soledad?

Es la vida de estas personas, en esta situación concreta. Cómo podría haber sido la de cualquier otra. A dos metros bajo tierra nos lleva de la mano para enseñarnos esta familia con sus problemas y vivencias, bajo el particular punto de vista al estar en el mismo techo que una funeraria. Es la búsqueda del Yo interior de cada uno de los personajes, en un momento importante y catalizador de sus vidas. ¿Cómo seguir adelante con sus vidas? ¿Qué hacer? ¿Por qué muere la gente? ¿Quien soy? ¿A dónde voy? Nada más y nada menos, eso es A dos metros bajo tierra.

Críticas de series: Six feet under
Preguntas sobre la vida y la muerte, en la que no tendremos más remedio que sentirnos identificado. Mezclando con gran maestría el drama más intenso y conmovedor, con la felicidad. Con situaciones de lo más surrealista y con mucho humor negro. Son geniales las apariciones en las que se ven envuelto los protagonistas. Tanto el padre, como otros personajes ya muertos se les presentan y les hablan sobre sus decisiones y pensamientos, reflejando perfectamente la conciencia de cada uno y sus sentimientos más internos.

No voy a hablar de actores, ni directores, porque su trabajo es tan impecable, que me hace olvidar que son profesionales y que todo es un producto para la televisión. La serie podría servir perfectamente como libro de Filosofía, o para inaugurar una nueva asignatura sobre la vida. Ningún actor flojea, todos están maravillosos y te hacen cogerle un cariño inmenso, hasta el nivel de llorar como una nena en el capítulo final. Aún sabiendo que no puede acabar mejor, pero es que simplemente cuando acabe no vas a tener más remedio que echar de menos a cada uno de ellos.



Fuentes: HBO/Wikipedia/IMDB

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